La lubricación de consumo se caracteriza por una aplicación intermitente del lubricante y por el uso constante de lubricante fresco. El lubricante aplicado sólo se utiliza una vez en el proceso de lubricación, por lo que se reparte en pequeñas cantidades utilizando los elementos de dosificación del punto de lubricación. Tras el uso, el lubricante, siempre que siga habiendo, se cambiará o sustituirá por lubricante fresco.
La lubricación de consumo requiere un control exacto.
Ventajas de una lubricación de consumo: