Lubricación de pestañas

La lubricación de pestañas se utiliza para lubricar puntos de fricción entre pestañas y carriles de vehículos sobre carriles aunque también en grúas, entre otros. En una lubricación de pestañas, el sistema de lubricación centralizada lubrica en las curvas, dependiendo de la dirección de la misma, las pestañas de la rueda derecha o izquierda del primer o último eje.


El sensor de curva da la correspondiente señal para girar a la izquierda o a la derecha en la unidad de control del sistema de lubricación de pestañas.
La pestaña es un reborde vertical de aproximadamente tres centímetros que se encuentra en lado de la rueda dirigido al centro del rail de vehículos sobre rieles modernos. Con la ayuda de la pestaña, se define la vía del vehículo sobre rieles, dentro de la cual dicho vehículo puede moverse en dirección transversal.


En general, un sistema con lubricación de pestañas consta de un depósito de reserva para el lubricante , un filtro de lubricante (en caso necesario) y una boquilla pulverizadora que pulveriza el lubricante sobre la pestaña por medio de aire comprimido. Con la activación de la boquilla se rocía el volumen preestablecido de lubricante para cada impulso de lubricación. Los intervalos de pulverización se determinan a través del control del aire comprimido y, tras una breve pausa, pueden continuarse si se desea. La salida del volumen exacto de lubricante, la frecuencia variable de pulverización y la posibilidad de ajuste del patrón de pulverización permiten una lubricación de las pestañas de acuerdo a unas condiciones determinadas. Para la lubricación de los flancos de dientes de engranajes más grandes con menores revoluciones en engranajes y contramarchas abiertos, la lubricación de pestañas resulta muy apropiada.


Ventajas de la lubricación de pestañas:

  • Pulverizado de partículas más pequeñas de lubricante en grandes superficies con un bajo consumo de lubricante y aplicación precisa del mismo, de modo que no se aplica en las superficies de rodadura o de frenado.
  • Reducción del desgaste en la rueda y el carril, así como ahorro de energía mediante la reducción de las pérdidas por fricción y la reducción de ruido.
  • Reducción de los tiempos de inactividad de los elementos a lubricar.
  • Reducción de los costes de mantenimiento y revisiones de los dispositivos a lubricar.
  • Ahorro en lubricante por la dosificación exacta, así como una mayor protección del medio ambiente en comparación con la lubricación manual no controlada

  

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