Grasas lubricantes

Las grasas lubricantes se utilizan para reducir el desgaste y la fricción mecánica. Las grasas forman una película que construyen entre los puntos de lubricación (superficie de lubricación y cojinetes), evitando así el contacto directo en los cojinetes y superficies en movimiento.


En comparación con los aceites, las grasas tienen la ventaja de que, en los puntos de lubricación que se mueven poco o despacio, no se produce "goteo" del lubricante. Por el contrario, en cojinetes de funcionamiento rápido, las grasas lubricantes no son apropiadas, ya que, debido al elevado desarrollo de temperaturas, el aceite base se descompone en la mezcla de grasa y, como resultado, se reduce a la lubricidad.


La ventaja de una lubricación por aceite es la elevada consistencia (resistencia de una grasa frente a su deformación), así como la penetración de las grasas de lubricación. Permiten la lubricación de casi todos los puntos de apoyo, evitan la entrada de suciedad y, a través de su acción repelente del agua y la aparición de corrosión. La entrada de partículas de suciedad lleva a fallos del sistema de lubricación centralizada y a la destrucción de los puntos de fricción.


En el caso de grasas, el término consistencia hace referencia a la deformabilidad plástica que se representa a través del número de penetración. El número de la penetración se determina midiendo la profundidad de penetración de un cono medidor (de acuerdo con la norma DIN 51804). Para la determinación de acuerdo a la norma DIN ISO 2137, se llena un recipiente estándar con la grasa a 25ºC y se mide la profundidad de penetración del cono medidor. De ahí se extrae la clasificación de consistencias de las grasas. La clasificación se realiza de acuerdo a las clases NLGI 000, 00, 1, 2, 3, 4, 5, 6, planteadas por el National Lubrication Grease Institute (Instituto Nacional de Grasas Lubricantes) y adoptadas como la norma DIN 51818. Cuanto mayor sea el número, menor será la deformabilidad.


Las grasas lubricantes muy blandas de las clases 000 a 0 reciben el nombre de grasas líquidas y se utilizan, entre otros, en sistemas de lubricación centralizada de vehículos utilitarios. Las técnicas de lubricación centralizada que funcionan con grasas de las clases NLGI 000 ó 00, deben utilizarse en un rango de temperaturas de entre -25ºC a +80ºC. Para el uso de grasas de clase NLGI 0, el rango de temperaturas va de los -10 a los +80ºC.

Las grasas lubricantes de clase NLGI 6 ya no se utilizan.

Penetración,
profundiadad de penetración
del cono en 0,1 mm


Clase NLGI

445 - 475

000

440 - 430

00

355 - 385

0

310 - 340

1

265 - 295

2

220 - 250

3

175 - 205

4

130 - 160

5

85 - 115

6

Las grasas lubricantes no son sustancias puramente químicas. Se componen en hasta un 90% de aceites base aditivados que no pueden escaparse gracias a un espesante que actúa casi como una esponja. Como aceites base se utilizan todos los tipos de aceites minerales y sintéticos. Los aditivos son parecidos a los aceites. Como espesante suelen utilizarse los llamados jabones metálicos, a base de, por ejemplo, litio, calcio, sodio o aluminio, así como combinaciones de estos jabones, derivados de materias primas en polvo. En un proceso de cocción, estos espesantes forman las estructuras básicas esponjosas que sostienen el aceite añadido durante la cocción de la grasa y que, en caso necesario, lo aplican en el punto de fricción.


 

Las grasas se componen de:

  •  Aceites base: Aceites convencionales (refinados), aceites no convencionales (hidrocarburos sintéticos), aceites vegetales (aceites de colza)
  • Espesante: Jabones metálicos (jabón sódico), otros espesantes (bentonita)
  • Aditivos: Tensioactivos (protección anticorrosiva y antioxidante), protección para la grasa (antidegradantes)

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